El TAS revocó la quita de 33 puntos a Aurora y el mapa del descenso cambió por completo. Esto provocó un efecto dominó: clubes afectados, tabla rearmada y la FBF obligada a tomar decisiones rápidas para no romper la competencia.
La consecuencia deportiva fue explosiva: equipos que creían tener un cierre “resuelto” pasaron a estar comprometidos. Y en Bolivia, cuando el descenso entra en discusión, el ruido es enorme: porque se juegan contratos, presupuestos y el futuro institucional de los clubes.
En medio de todo, la FBF suspendió los partidos del ascenso-descenso indirecto mientras se ordena el nuevo escenario. Es una noticia que deja tensión en el ambiente, porque los equipos necesitan certezas: fechas claras, reglas claras y cierre claro.
Fuente foto: RTU
