Bolívar aplastó 5-0 a Blooming en La Paz y se metió a la final con autoridad. No fue solo un triunfo: fue una demostración de que el equipo encontró su mejor versión justo cuando el torneo lo exige.
En este tipo de partidos, el primer gol suele abrir la puerta. Si el rival se desordena, aparecen espacios, y el equipo que está fino te pasa por encima. Eso fue lo que se vio: control total y contundencia.
La goleada también manda un mensaje a su próximo rival: Bolívar llega con confianza alta. En finales, la confianza no gana sola, pero ayuda muchísimo, porque te permite jugar con menos miedo y más claridad.
Fuente foto: Visión 360
.webp)