Se confirmaron las fechas de la gran final: ida y vuelta con un cronograma claro, lo que ordena todo para clubes e hinchas. Tener fechas oficiales cambia el trabajo: ya no entrenas “a ojo”; planificas cargas, viajes, recuperación y estrategia.
Este tipo de anuncio también mueve la economía local: entradas, transporte, hospedaje, y el ambiente de ciudad que se enciende cuando hay final. En Potosí, por ejemplo, la final no es solo fútbol: es orgullo.
Y para los planteles, es el momento más delicado: muchos jugadores saben que este partido puede cambiar su carrera. Ascender abre puertas; perder te deja con un “qué hubiera pasado” que pesa meses.
